jueves, 17 de septiembre de 2009

Camino

Cuídense de los falsos profetas: se presentan ante ustedes con piel de ovejas, pero por dentro son lobos feroces.
Mateo 7, 15.

Los suaves arpegios, la melodía conocida sonando nuevamente, las emociones en la piel y la sensación de estar viviendo nuevamente los momentos de su primera adolescencia. El viaje desde el mismo lugar, las luces de las grandes ciudades iluminando sus ojos, la tempestad que enfrenta y la marea en calma. Su corazón inquieto y la mente en paz. Las imperfecciones de la duda cociéndose a fuego lento, por lo bajo. La alegría y el bienestar tratando de apoderarse de todo.

El valor del llanto genuino por sobre la risa comprometida, la sonrisa cómplice y la carcajada real. El abrazo eterno que conlleva el verdadero sentimiento. La alegría de descubrirse a uno mismo, la voluntad por sobre la voluntad de uno, y el enriquecimiento del espíritu. Las caras de ayer y las nuevas de hoy, el destino manifiesto borrando sus huellas y la esperanza de poder salir hacía adelante. La convicción de la salvación ante la penumbra eterna. La vergüenza y el desencanto. Rafael trata de correr con velocidad, pero sus piernas cansadas y torpes no le permiten avanzar con tanta facilidad. Sabe el camino, y aún así se pierde en los desvíos. La oscuridad que todo lo consume, y su débil mente que deja seducirse.

Los ojos en lagrimas, el abandono repentino; su vida colapsa y se derrumba a su paso. Cuando nada queda, cuando todo se ha perdido, aún brilla en esa ruina una luz, que persiste y no se apaga. Y una brisa desde lejos, cada vez más fuerte, el canto de los suyos que eleva su conciencia, lo aleja de este mundo y lo une en su abrazo. El momento compartido, el servicio por los demás, la alegría reflejada en la felicidad de el de al lado. La compasión por la tristeza ajena. La verdadera amistad, su salvación.

Rafael mira hacia adelante, con los ojos bien abiertos, con la cabeza en alto. Quiere vivir por su ideal. Con convicción. Con la certeza de que el camino es difícil, pero no debe hacerlo solo al recorrido. Una mirada sobre su hombro, y puede ver un sendero de desechos extenderse hasta sus pies. Se ha cansando de los falsos profetas. Arrogantes, seductores, elocuentes. Los intereses, las especulaciones, la lujuria. La distancia abismal entre lo que se dice y lo que se siente. El egoísmo, la envidia, los celos. Un reino de un solo hombre, un trono adornado y los aduladores de siempre. Voces que lo llaman perfecto, corazones abiertos repartiendo sentimientos confundidos. Oscuridad y vacío. Derrota. Desprecio. Trata de correr y tropieza. No es tan fuerte, no puede luchar contra aquello; falsos profetas disfrazados de corderos; lobos rapaces, fieras sin cansancio. Victimas. Persisten, persiguen, consumen. Destruyen. Aquél que no nos conoce, quién solo ve lo que quiere ver, jamás puede desear en verdad nuestro bien. De la nada, nada viene: "Lo que nace de la carne, es carne. Y lo que nace del Espíritu, es espíritu."

Aún ha pesar de todo, Rafael no esta solo. Nunca lo estuvo. Aquellos que no bajan los brazos, que lo dejan todo por el autentico ser amado, no lo han abandonado. Abre los ojos. Escucha el canto. “Esta cambiando el aire, y nunca me sentí tan bien”.

domingo, 23 de agosto de 2009

Derrumbe

Isabel miró la habitación con aburrimiento, entrecerró los ojos, y mordió sin esfuerzo su labio inferior; un sentimiento frio se apoderaba de su mente, una idea lejana que volvía a apoderarse de su cuerpo. Sintió el dolor en sus venas y la pesadez de tener que levantarse, imaginó el momento y las sonrisas, las conversaciones y la posible escapatoria. Había más en la vida que esos momentos, eso creía, eso necesitaba saber. El sonido irregular del timbre, la pesada puerta principal, y el desfile de invitados sin rostro.

Una noche más de cenizas, de ruinas, de colecciones de anécdotas de pasado inmediato y esa terrible sensación de “vamos a vernos más seguido”. El encanto se había perdido rápidamente. Julia se veía cansada y amargada, la vida perfecta de su matrimonio cama afuera destruía las apariencias y arrojaba la imagen más desgarradora de lo que todas ellas ya sabían. Pero se mantenían las formas; todo estaba en orden. Beatriz correcta, callada, un café y a la cama, la primera en llegar y el saludo más formal. Debajo de la cascara se esconden los secretos de la tumba, detrás de tanto olvido hay una vida encubierta, los vicios pasados y las cortinas nuevas en el living comedor. Una noche correcta para agendar para el próximo mes. La rutina conquistadora que nos mantiene despiertos. Verónica enciende la noche con su risa desinteresada y sus comentarios fuera de lugar. Lo eternamente conservador de lo políticamente incorrecto, las ideas que no comprende y felizmente comparte en voz alta. Las idas y venidas de una vida más bien vulgar, pero que todas sueñan con experimentar en algún momento. Nélida, más profesional, más directa, lejana y certera, es más bien una imagen de lo que pudo haber sido, y un recuerdo del precio del éxito y la mirada a veces envidiosa, a veces simpática, a veces de desconsuelo, de la familia desconcentrada y autónoma, la modernidad clásica combinada en un trago de más y una indiscreción confesada.

Isabel mira la habitación, mira las fotografías, mira los platos usados y la luz ya no tan tibia, los sonidos de la ventana que se alejan calle abajo, la familia durmiendo en la pequeña distancia del pasillo, la imagen desvanecida en el espejo, y la sensación de que la vida contenida en pequeños momentos es insuficiente, pero de vez en cuando resulta demasiado. Las pretensiones y el dolor; la alegría y el calor humano. La soledad, el ascensor y la pesada puerta de entrada. La habitación, la cama desatendida. Y el derrumbe de un nuevo día.

lunes, 20 de julio de 2009

Desenlace

Sus ojos recorrieron aquella habitación, donde había cometido todos sus pecados. Encerró la rabia y el dolor con el gastado picaporte, recordó aquellas fantasías costumbristas y la gloria que nunca había obtenido, su pasado torpe y la sensación de incredulidad; recordó que su vida había llegado al punto que jamás había pensado, la carne no era la felicidad y sus metas eran como siempre las mas imposibles. Razones para contentarse bastaban; pero aún así las falsas señales recorrían su mente, aun podía alcanzarlo, no debía resignarse. ¿Que encontraría al abrir la puerta? ¿Como sería una vez más conseguir todo aquello que tanto había querido? Rafael sabia que aun en sus conquistas encontraba sus peores derrotas. Toda su vida había anhelado aquello que mas odiaba. Toda su vida solo había sido feliz en los momentos que no había buscado. Las mejores sorpresas eran contra todo lo que él atentaba en este momento.

Los ruidos lejanos y familiares, las imágenes ya vistas una y otra vez, el recuerdo de la primera impresión para impresionar, y la primera en el real recuerdo, los sentimientos encontrados y los errores cometidos, ¿como podía ser tan simple y al mismo tiempo tan destructivo? Una sonrisa se escapaba de sus labios, los buenos momentos vividos aun grabados en su memoria, esos que no le permitían soltarse definitivamente. De nada valía seguir intentando, de nada servia chocar una y otra vez contra el mismo desenlace; los consejos que pregonaba lo consumían, buscaba esa atención y no encontraba su mirada, quería alcanzarlo con sus brazos y volvía a escabullirse. Tan cerca y mas lejos que nunca. Tenerlo a su lado y saberlo perdido para siempre.

Las lagrimas se alojaban en algún lugar del interior de Rafael. Habría tiempo para el melodrama mas tarde, acompañado por una música indiferente, que hoy parecía mas relevante que nunca. Las nuevas sensaciones próximas y las resoluciones de año nuevo de todos los días amenazaban el futuro amanecer, como obligado a repetirse y conformarse con todo aquello que era bueno, pero no lo buscado. La simplicidad de saber lo que uno quiere se transforma en aberración por aquello que no podemos tener. Tantas veces había sido un objeto de deseo; la impotencia lo invadía y quería descifrar los acertijos no escritos. ¿Como leer una voz, una mirada, un gesto? ¿Como leer donde no dice nada? ¿Como entender palabras que no han sido escritas? Las lagrimas corrían por el interior de Rafael, su miseria se extendía a su cuerpo, su sonrisa se dibuja mecánicamente, era un gran artista de la vida, y preparaba todos los días su mejor papel.

El desenlace del comienzo, la introducción del final, todos los errores y el sometimiento absoluto. Otra noche de Domingo. Otro paso en falso. Otro tiempo perdido.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Piezas

Fernández miro por sobre su hombro. Noto el sonido incesante de esas teclas trabajadoras, los pasos asustados por las ordenes superiores, hasta pudo escuchar los nervios en el sonido de esa molesta taza de té perdida en la distancia. Entrecerró sus ojos, y por un momento considero la situación. No había vuelta atrás, este es el comienzo de un largo camino. Tantas piedras que hoy lo torturan mañana serán un simple recuerdo; la nostalgia por lo vivido pronto se instalara en su mente, imágenes que recordara con alegría, pero que compartirá a los demás con tristeza. La felicidad de las pequeñas cosas, el sabor de ese primer café con leche, un romance instantáneo que pronto se unirá a la rutina; esos recuerdos, detalles invaluables que nos alegran la existencia.

En su mente una frase, una oración, casi en lo profundo puede admirar sus pensamientos, el camino que lo condujo hasta el lugar preciso, y esa óptica siempre en constante cambio, que hace a las cosas menos brillantes cuando las tenemos al alcance de nuestra mano. Esa idea de “lo que pudo haber sido”, mezclada por el dolor de lo que fue y que jamas llego a ser; el esfuerzo notable por dejar todo a medio hacer. El sonido abunda ahora, todo lo sonoro es mas fuerte, toda la energía comienza a desvanecerse; momento de mirar a la cara y enfrentarse a los ojos, escondiendo los detalles de una larga noche de desesperación, momento de hacerse humano y vivir el momento. Fernández escucha sin pensar, entiende sin comprender, las lecciones se agrupan como notas mentales, se depositan en un inconsciente que todo lo confunde, todo lo condensa; aprieta sus dientes y mira por la ventana. Todo lo que puede ver, es la visión sobre las nubes. Y una tormenta se aproxima.

Entre aquello que es real y lo que es pasajero, la distinción solo se puede encontrar en el tiempo. Inspeccionando de cerca, todas esas piezas se ven muy diferentes; mas observando en la distancia, todas parecen formar la misma imagen en ese gran rompecabezas. Los segundos del reloj avanzan, Fernández entiende que las horas pasan para el mundo pero nada se detiene, los ciclos se intercambian, tiempo de salir del encierro para pasar a la siguiente celda; cambian los uniformes, somos siempre prisioneros. Un instante, un recuerdo, una idea, un momento compartido. Una leve sonrisa e ilusiones. Se sabe en la derrota, pero es buen momento para llevarse por los engaños. Nada de eso es real, pero es justo lo que necesita.

jueves, 26 de marzo de 2009

Descubierto

La sensación, el momento, las discusiones triviales por sobre el ruido de la mesa, esa mirada tal vez cómplice, tal vez victima; el silencio al mirar mis manos y encontrar el momento para dejar escapar la mente. El olor me recuerda el presente y el momento, la conexión con lo instantáneo y los caminos que se han cruzado, la situación actual y pensar que no hay vuelta atrás; los kilómetros recorridos y el camino ya pisado, las huellas profundas en la tierra que recuerdan una foto de aquel lugar que estuvo siempre pero que nunca fue. Una anécdota, una recuerdo, un momento de humanidad genuina encubierto con esperanza, los oídos atentos y la alegría de dejar de vivir por un instante.

La torpeza usual de mis movimientos, el temor por los descubrimientos y el calculo de todos los días, corriendo en ese sendero que no conduce a ningún lado, las conversaciones de ayer hoy siguen vigentes en el aire, pero han perdido fuerza, convicción, al punto que pienso en que nada podría realmente facilitarme las cosas, porque no se hacia donde quiero ir, y no se como obtener aquello que aun creo estar buscando. Entre los sonidos y el ritmo, la familiaridad de esa música que me ha alimentado hace pasar el momento, quiero sentirme completo pero aun me faltan varias piezas, quiero comenzar a vivir y aun no he despertado. Debo acostumbrarme a poner los pies en la tierra, dejar de volar alto; no hay mas sitio para continuar durmiendo sobre las nubes.

Entre las carcajadas lejanas y lo corriente de la rutina, trato de comprender que es lo que mueve al mundo, que es lo que me detiene, como salirme de este laberinto cuando la salida esta marcada en todas las esquinas; como vencer el encierro que existe solo en mi mente, como puedo trepar estas cuatro paredes que adquieren multitudinarias formas. Como saber cuando correr del lobo, cuando aun no he descubierto si yo soy la presa. Temo por los falsos profetas y por el momento, por las trivialidades y por el silencio. La oscuridad brilla en mi mente y los dolores de cabeza, me devuelven al mundo y me arrojan violentamente de él. Trato de sobrevivir en este cuerpo, cuestionando cada paso de mi existencia; pienso en los desafíos y en lo frívolo de mis objetivos. Descubrir mis motivaciones, es el temor oportuno. Descubrir mis intenciones, el terror de todos los días. Descubrir quien soy, mi padecimiento.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Ilusiones En Sol Mayor

So I will stay, I'll not be back, Eldorado.
I will be free of the world, Eldorado.

La rutina, de siempre, todos los días la misma vida; a veces los momentos, inciertos y distraídos, pasajeros, excesivos, pero dentro del mismo todo. Los escapes y las miradas no son suficientes, no hay mas vida que la se ve a través del vidrio. El otro lado parece inmenso y vacío, todo lo que se ignora es atracción, y esa enemistad con lo conocido lo obliga a mantenerse despierto, caminando entre los vivos, soñando que se termina, soñando que regresa, creyendo que la vida se puede vivir una y mil veces, actuando distintos personajes. Pero con cansancio para seguir usando una mascara, miro al pasado y reconozco los sueños, miro el presente y temo, las resignaciones de la vida se acumulan, y en lo único que puedo pensar es en escapar.

Y un espejo me llama, me hace respirar, me muestra que el sueño no esta tan lejos y que el pasado no es tan brillante. El temor debe dejarse de lado, debo atravesar el fuego. El entendimiento de la vida no se puede descubrir de forma tan simple, no se trata de seguir buscando respuestas cuando aun no sabemos las preguntas. Elevar nuestra mente por encima de lo cotidiano, y comprender que ese mundo de imaginaciones solo imita a nuestro mundo real, que en lo extraordinario solo adornamos lo que era ordinario de origen. Que aquello que anhelamos no existe en ese mundo de fantasía, esta al alcance de nuestras manos, y tal vez se nos aleja por nuestra falta de determinación.

Todo lo que quiero lo he ganado y lo he perdido, todo lo que es real me ha mostrado su cara mas falsa; lo oculto se me ha revelado, y no voy a la búsqueda de los grandes secretos del tiempo, no sueño con conquistas y la gloria de mis pares. No hay nada en todo eso que ya no haya probado, que no me haya hecho daño. Todo lo que quiero es encontrar lo que sueño en mi mundo. Y aun mas difícil, es poder volver a soñar.

martes, 24 de febrero de 2009

CONCIERTO PARA UN DIA DE LLUVIA | Tercer Movimiento

Pedro miró por sobre su hombro. Un movimiento lo había asustado, eran las sombras. Aguardaban por él. Preparándose para su inevitable destino, pensó que tal vez la mejor forma era dejarse llevar por la corriente, y soltar aquellas presiones de batallas perdidas, que no era lo suficientemente valiente como para enfrentar en este momento. No era una cuestión de coraje, sin embargo. Todo radicaba en su fuerza, su potencia interna. La pasión con la que hacemos las cosas. El día a día consumía su fuego; Pedro se desvanecía, y las sombras estaban mas cerca. La película de la vida comenzaba a proyectarse atravesando sus ojos. El fuerte resplandor, los rayos y los proyectores consumían sus pensamientos. La música no estaba tan fuerte. Los gritos estaban callados.

Sonriendo y maldiciendo al mismo tiempo, Pedro se abre camino entre las multitudes y piensa que el mundo se mueve con un ritmo equilibrado, la gente esta bien posicionada sobre el tablero, y aprovechan el momento indicado para hacer sus movimientos. Él falla al primer intento, pero nadie lo nota, entretenidos con sus propios roles. Avanza por segunda vez y se acomoda, lo siente y todo esta en su lugar. Dura unos segundos, pero es suficiente, es lo necesario para no castigar su mente por los pecados cometidos mas temprano. En su mente, la lista se repite una y otra vez. Piensa en los tormentos por padecer, decide cuales puede soportar en este momento, y se prepara nuevas trampas para volver a caer. Ya nada parece ser suficiente. Esta vez todo avanza demasiado rápido. Un sonido, un destello, las sombras avanzan y están con él, consumen las multitudes. El incesante ruido de la lluvia, las goteras, las paginas gastadas que aun no se han leído. El talento aguarda dormido en la próxima habitación.

La puerta se abre de golpe, con incertidumbre pero sin sorpresa. Los pasos son lentos pero firmes, la dirección es inequívoca. Las sombras se detienen en el marco, los ojos de Pedro están en blanco, piensa que aun necesita mas tiempo, pero no luchara por él, se dejara llevar. No puede resistirse, es tarde, y le falta la fuerza. ¿Que hubiera hecho con lo que le fue quitado? Lo que ocurre con el tiempo que no se vive, no sucede, no existe. Pedro sabe que llegó su hora, debe levantarse, y aun el paisaje es familiar y peligroso. Ante él, es el camino que debe tomar, el camino al que es arrastrado, el camino que ya ha tomado. Todos comienzan, pero nunca se terminan.

miércoles, 18 de febrero de 2009

Universo

La puerta del placard se abre por el viento, con un golpe violento, seco. Temo por ella, con tristeza, como quien se encariña con sus cosas sin vida, pensando que el tiempo crea sentimientos profundos que no siempre son correspondidos. Mientras cierro la ventana con firmeza, miro al vacío que hoy es menos infinito, los limites del universo parecen encontrarse allí cerca. No hay mucho mas misterio, me temo, el camino esta trazado.

Con un ligero dolor de cabeza y la agonía del sueño y la humedad, me levanto con mis brazos, tratando de encontrarme a mi mismo en ese extenso pasillo. Mis piernas tiemblan, toda mi estructura amenaza con desmoronarse. Quiero abrir los ojos para despertar, pero ya están abiertos. Las cosas están fuera de su lugar, y me duele en el pecho; no quiero traicionarlos pero lo haría si pudiera. Si no fuera esclavo de mis obligaciones, si no me impusiera esos miedos a salirme del lugar. Sin temor, el pasillo no seria tan extenso. Sin temor, no podría ver los limites de mi universo.

Me siento a la mesa con la mirada perdida, quiero ver dentro de mi cabeza pero me duelen los ojos, el brillo del día y lo opaco de mis pupilas lo tiñen todo, esas texturas me lastiman y el sonido incesante sigue sonando en mis oídos, la música que me acompaña, que aturde mis pensamientos.

Un vigilante en el marco de la puerta, quiere mirarme con desdén, pero lo hace con cariño, realmente lo siente. Descubro que mis convicciones, mi falta de lucha y rebeldía, se corresponden con la eterna convicción que tienen de que yo sea salvado. La corrupción de mi mente ha llegado en edad temprana, y aunque es tarde para salvarme, me entrego a esa voluntad, mayor que la mía, me entrego por sus sonrisas, por saber que en alegría y en paz puede ahorrarla a alguien los tormentos que yo padezco, la vida en uno, ser uno solo, ser solo entre esta multitud. Muchas personas y un universo tan pequeño. Casi no queda lugar, me falta el aire, y aun así, nuevamente, me lanzo hacia aquello que me han puesto adelante. Hacia lo desconocido.

lunes, 16 de febrero de 2009

CONCIERTO PARA UN DIA DE LLUVIA | Segundo Movimiento

El sonido incesante de la lluvia tan solo existía en su mente. Pedro miraba de reojo por sobre su taza de café, siempre llena y con el borde sucio; miraba tratando de comprender la situación, recordando otros momentos y analizando la naturaleza humana, todo en apenas segundos que eran la eternidad para su cansada mente.

Un comentario fuera de lugar, y se termina el trance. Pedro se levanta con torpeza, piensa en como eludir ese momento incomodo, y luego toda su estructura queda expuesta; no la exposición peligrosa, aquella que podría destruirlo, si no de la otra, su lado humano, su lado amable. Sonríe, lo intenta, es bueno, lo logra. La felicidad es genuina y por un momento sus miedos han quedado de lado. Mira al frente, con la cabeza en alto, y el cuarto esta mas iluminado que de costumbre. No hay necesidad de excusarse, el momento fue fugaz, se retira por un costado, se esconde en el baño y se enfrenta al espejo. Sus fantasmas siguen allí. No piensan abandonarlo esta noche.

Un encuentro casual en la salida, una conversación relajada, no hay compromisos; esos segundos de olvido se disfrutan mas que cualquier otro. Esta nueva mascara que luce esta noche es novedosa, tiene misterio, esconde una duda pero por sobre todo, es mascara de ignorancia, puede cubrirse en ella al punto de perderse. Pero no puede llegar al fondo, no puede desaparecer, su conexión esta siempre presente. Es noche de romper con estructuras. Pero no sera posible. Es mas fuerte que él, su mundo se aleja, y se aleja del mundo. Esta solo en medio de la habitación, todos lo rodean, pero realmente no esta allí. Nuevamente ha escapado. Ileso, una vez más, ha logrado esquivar su humanidad. Una vez más, Pedro vuelve a ser él.

jueves, 12 de febrero de 2009

Pensamiento

Unos cuantos pensamientos sobre el Otoño, sobre el amor, sobre la soledad y todo ese resentimiento de rutina. Tratando de conquistar el sueño y recordando aquella vez en que casi podía reír, mi mente se detiene en un reflejo, una imagen tan fuerte y clara que no puedo verla, imposible descifrar.

Un pensamiento me disturba, es el sonido de los pasos, de las miradas, de esa locura encubierta que duerme a tan poca distancia. Trato de mirar por la ventana, pero solo me encuentro con ese vacío que tanto corresponde con la estación, con el clima, pero que a la vez para ser la respuesta para todas mis inquietudes. Y vivo y vuelvo a vivir este instante preciso, camino sobre mis mismos pasos y la realidad es a la vez literal y literaria.

Un pensamiento sobre escapar, un pensamiento sobre soluciones, un pensamiento sobre aquello que se calla y lo que no se puede decir, las palabras vacías, las situaciones encontradas, los momentos del día donde brillamos un poco, esa duda que cayo al vacío, la estructura planeada para el día siguiente, las fotos sonrientes que parecen tan estáticas, toda mi estructura tiembla y no reconozco los limites entra la fantasía y la ficción.

Unos ojos que me miran, una voz que me llama, mi reflejo en el reflejo y esa ilusión de que puedo ser otro, puedo ser yo, puedo ser alguien, me llama y me abandona, me deja vagando y pensando que alguna vez todo esto fue día, alguna vez todo esto fue noche, aun buscando el momento, mi momento, pienso que todo a la vez es mucho, y tal vez nada es demasiado poco.

Un pensamiento, dos pensamientos, una idea que va y viene. La cama vuelve a ser dura. La mañana tan cercana, esta mas lejos que nunca.

miércoles, 11 de febrero de 2009

CONCIERTO PARA UN DIA DE LLUVIA | Primer Movimiento

Comenzar de nuevo esconde siempre una idea de aliento, de esperanza; la magnifica ilusión humana de que podemos renovarnos constantemente. Con el dolor de mis heridas aun frescas, con las marcas que no cicatrizan por el paso del tiempo, la idea se había apoderado de mi mente: el provenir milagroso, la escapada fácil de los problemas, había llegado a su fin. Mi refugio mental, mi boleto a la luna, tenia fecha de vencimiento. El momento paso, la llegada es hoy. Presente, el momento justo.

Con ese vacío y el temor a ser descubierto, nuevamente a insertarme en la fría maquinaria de las relaciones humanas. Las caras que uno recuerda cuando olvida a la personas, las personas que siguen justo donde uno las había dejado, las cosas en su lugar; las cosas que no pudimos desatar, esos nudos que hoy son mas fuertes, son lazos que nos obligan a revivir nuestros pasos. La cabeza gacha, el gesto duro, los pasos acalambrados. El mismo camino que jure no recorrer, las mismas ideas de escapatoria y aun así la común sensación de que esto es lo que debo hacer. No me lo debo a mi mismo, sino a los demás. El vacío de mis preocupaciones solo podría traerme mas inquietudes. El vacío. Soledad, tal vez. O algo mucho peor.

Pedro avanza por su sendero marcado, mira con torpeza a su alrededor y comprende que en este mundo hay demasiadas personas como para ser uno. La multitud es un ideal, algo en que perderse, ser como los demás y dejar de lado las tribulaciones. No puede ser tan fácil. Aun se debe pagar el precio, aunque Pedro siente que ha pagado ya suficiente. Pero el costo no se puede cubrir con la carne, con el dolor físico, eso carece de valor si no va de la mano con una muerte interna, un renacer; el precio mas alto es perder el alma misma y volver a nacer siendo el otro. El otro, el mismo. Sus fantasmas habitan dentro de su imaginación, pero esas fantasías de gloria y admiración ya son muy lejanas a su presente actual, la realidad es demasiado cruda y una simple visión ya no tiene la misma magnitud que tenia tiempo atrás.

No es inocencia, no es tampoco culpa. Es la falta de interacción la que lo obliga y guía su actuar, Pedro esta encadenado a emociones que aun no comprende, no puede desarrollarlas por sus diferencias, por su encierro, por su temor a descubrir y descubrirse. Aun así, ese temblor lo atrae. Va al choque. La muerte en vida no puede soportarla por mucho mas tiempo, y si es el momento de que todo se termine, es mejor ir de frente. Salir a buscarlo. Enfrentar.