Un hombre camina pensativo por la calle; tantos proyectos en su mente no le dejan avanzar. Se mueve torpemente, con firmeza pero intranquilo, esquivando al viento y a los golpes de la gente que lanzan sin darse cuenta.
Un hombre sonrie frente a una vidriera y rapido se esconde; no es eso lo que los demás deben ver, siempre presente la imagen de omnipresente, indiferente, diferente. Marca patentada de estilos no elaborados, ojos que no descansan recorriendo esas miradas. Lleno de culpa, de dolor y de furia. Lleno de deseo, lleno de angustia.
Un hombre llega a destino, y desconecta su mente. Las obligaciones lo ocupan mientras la conciencia se vuelve complice, acaso las cosas pueden llegar a funcionar. Eso si tan solo se pudiera vivir el hoy, y olvidarse de las cargas del mañana.
Un hombre se recuesta, terminó su recorrido. Y una almohada pesada, llena de olvidos, de suspiros y de rostros, proyectos no acabados, planes no elaborados, grandes valentias muertas en el intento y el recuerdo de aquel día en que pudo ser un poco más; no una carga de conciencia o un mero lecho de muerte, aquel día que albergo al fin todos sus deseos.
martes, 28 de agosto de 2007
viernes, 17 de agosto de 2007
Señales
Mire por sobre el escritorio, tratando de encontrar señales que me delataran, señales de mis encuentros furtivos, encuentros que me llevan mas allá, del otro lado de lo real, me arrojan a un vacío de éxtasis, que es un placer de segundos, vicio por el que me desvivo, vicio que me entierra y me hace sucumbir, encantos de mi propia persona, hechizo narcisista que busca elevar el espíritu, cuanto deseo reprimido.
Me he preguntado muchas veces que será lo mas importante en este mundo, que tan poco parece valorar las cosas como son; a nadie le importaría salir a la calle y encontrar esas imágenes que no me dejan dormir. No es mi pasado o el temor por el futuro, son simples recuerdos que no me dejan avanzar; me aíslo para imaginar los gritos que resuenan en mi mente, gritos de un instante, de sujetos sin rostro, que desde la esquina de su oscuridad infinita me maldicen sin mirarme, no tienen con que mirarme; me asusto y grito, y la sangre empieza a brotar, es negra, me toma por los pies y grito, me lleva consigo, mi mente esta en llamas mientras escribo, recorre mi cuerpo, mi cuello, es como un fantasma, en el reflejo; siento que lo invoco y me da miedo, siento que la vida se cierra al momento clave, comienzan los ruidos y siento que me puede ver; sale de donde se esconde, y el monstruo del ropero no es mas que mis propios temores; soy yo nuevamente tratando de buscar señales que me delaten; soy yo gritando y maldiciendo en silencio, preguntándome una vez mas por que lo he hecho; sometiéndome a mis propios encantos de la vida. Que egoísta, que maldición.
Me he preguntado muchas veces que será lo mas importante en este mundo, que tan poco parece valorar las cosas como son; a nadie le importaría salir a la calle y encontrar esas imágenes que no me dejan dormir. No es mi pasado o el temor por el futuro, son simples recuerdos que no me dejan avanzar; me aíslo para imaginar los gritos que resuenan en mi mente, gritos de un instante, de sujetos sin rostro, que desde la esquina de su oscuridad infinita me maldicen sin mirarme, no tienen con que mirarme; me asusto y grito, y la sangre empieza a brotar, es negra, me toma por los pies y grito, me lleva consigo, mi mente esta en llamas mientras escribo, recorre mi cuerpo, mi cuello, es como un fantasma, en el reflejo; siento que lo invoco y me da miedo, siento que la vida se cierra al momento clave, comienzan los ruidos y siento que me puede ver; sale de donde se esconde, y el monstruo del ropero no es mas que mis propios temores; soy yo nuevamente tratando de buscar señales que me delaten; soy yo gritando y maldiciendo en silencio, preguntándome una vez mas por que lo he hecho; sometiéndome a mis propios encantos de la vida. Que egoísta, que maldición.
lunes, 13 de agosto de 2007
Vacío
Los gritos desde afuera, imágenes llenas de incertidumbre, trato de interpretar mis emociones como una pieza para piano, siento el calor en mis manos mientras me aproximo a la salida; juego en mi mente con paisajes lejanos, son todos recuerdos de un pasado, las respuestas no están en mi mente, sin importar cuanto más adentro quiera llegar, no veo la luz pero reconozco su existencia; no son solo ilusiones y hubo tiempos de verdadera felicidad. Comienzo a combatir entre lo genuino y las fantasías, entre lo que es y lo que fue y lo que jamás debió haber sido. Los cristales se rompen exageradamente, todo resuena en mis odios y el movimiento torpe y alguna vez gracioso hoy me preocupa, señales de ansiedad, señales de verdadera tristeza.
El mundo de lo que alguna vez fue nubla mis pensamientos, no quiero despertar mañana sintiendo este peso; admiró la simpleza de las palabras, todo cobra vida pero es la que se refleja a través de otros. El verdadero oro no brilla, opaca mis sentidos y no me permite ver con claridad. Lo artificial rellena los demás huecos. Nuestro cuerpo vuelve al vacío.
El mundo de lo que alguna vez fue nubla mis pensamientos, no quiero despertar mañana sintiendo este peso; admiró la simpleza de las palabras, todo cobra vida pero es la que se refleja a través de otros. El verdadero oro no brilla, opaca mis sentidos y no me permite ver con claridad. Lo artificial rellena los demás huecos. Nuestro cuerpo vuelve al vacío.
Dentro del Mundo Paralelo
Un paso mas hacia adelante. Ya estas adentro. Cuando la locura comienza a escaparse hacia afuera, mejor es abrir las puertas y mostrar todo lo que se pueda encontrar aqui adentro. Tras las puertas del Mundo Paralelo. Bienvenido al mundo de Tati Persiana. La salida de emergencia que te salvará.
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